El pasado viernes, Nicolás Maduro asumió como presidente electo de Venezuela por tercera vez consecutiva, con una proclamación dudosa y altamente criticada a nivel regional e internacional. El dirigente bolivariano y sucesor de Hugo Chávez inició sus labores en el ejecutivo en el 2013 y ha permanecido en el cargo desde entonces, a pesar de múltiples denuncias de fraude en cada uno de los comicios en los que participó por parte de otros países y organismos internacionales.
Cuando Chávez contrajo una enfermedad que luego le costaría la vida, eligió a Maduro (vicepresidente en ese entonces) como su sucesor para las elecciones presidenciales de abril de 2013. El chavismo triunfó con un poco más del 50% de los votos.
Sin embargo, el alto porcentaje obtenido en los comicios no fue sinónimo de legitimidad: mayo de 2014 trajo protestas para que abandonara su cargo y un costo de 43 muertos. En simultáneo, el precio internacional del petróleo, principal bien del motor de la economía venezolana, cae. Esto se tradujo en hiperinflación y desabastecimiento.
Los años siguientes no estuvieron exentos de controversias. En 2015, la oposición se convierte en mayoría parlamentaria, pero la Corte Suprema suprime las decisiones legislativas. En 2016, jueces afines al gobierno frustraron un intento de referéndum (impulsado por la oposición) para destituir a Maduro. En 2017, nuevas protestas contra el gobierno dejan un saldo de 125 muertos.
Maduro es reelegido presidente en 2019 luego de que la oposición no se presentara a los comicios del año anterior. Esto significó sanciones a Venezuela por parte de Estados Unidos y la Unión Europea y nuevas protestas. Incluso, Juan Guaidó, líder del partido Voluntad Popular, juramentó como presidente interino, argumentando la existencia de un gobierno de facto.
En 2022, el gobierno paralelo de Guaidó no logra prosperar mientras que la percepción de Maduro por parte de otros países que antes consideraban su gobierno ilegítimo empieza a cambiar. De todas formas, estas últimas elecciones trajeron consigo nuevos cuestionamientos después de que instituciones afines al gobierno impidieron que María Corina Machado, principal líder opositora, participara de los comicios de 2024.
Si todo se mantiene igual, Maduro iniciará su más reciente mandato sin que ningún organismo oficial haya publicado el recuento de votos.
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