La semana pasada, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue protagonista de declaraciones que despertaron múltiples reacciones en el ámbito internacional. Durante una conferencia de prensa, sugirió la posibilidad de que e país americano “se hiciera de Groenlandia” por su relevancia estratégica en materia de seguridad. Además, señaló con preocupación el creciente control que China ejerce sobre el Canal de Panamá. Estas expresiones no solo subrayan la importancia de los nodos geopolíticos en el actual tablero global, sino que invitaron a reflexionar sobre otras zonas estratégicas en las que se están realizando movimientos significativos, como la construcción de Polo Logístico en la localidad de Ushuaia, en provincia argentina de Tierra del Fuego, cerca del Canal de Beagle.

En este contexto, se abre un interrogante clave: ¿cómo encaja este nuevo desarrollo en el extremo sur del continente en la dinámica de competencia estratégica que Trump alude? ¿Podría este proyecto argentino convertirse en un factor más dentro de la creciente militarización y disputa por espacios estratégicos en el hemisferio occidental?

La mirada de Estados Unidos sobre Groenlandia y Panamá

Durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Trump calificó a Groenlandia como “crucial” para la seguridad nacional de Estados Unidos, alegando que ha sido un tema sugerido por sus asesor durante años, y no descartó el uso de la fuerza militar o medidas económicas para adquirirla. Esto último fue terminantemente descartado por Dinamarca.

En primer lugar, para los analistas el interés sobre Groenlandia se enfoca en su ubicación estratégica y sus recursos, siendo esta la ruta más corta entre Europa y América del Norte. No obstante, también se hace hincapié sobre la amenaza que hoy representa Rusia y China en esa zona. Es por ello que hace ya unos años, Estados Unidos ha expresado su interés en ampliar su presencia militar para monitorear las aguas que rodean y que son una puerta de entrada a los buques de los armadas de diversos países.

Escenario Mundial

Por otro lado, puede destacarse el gran interés que existe sobre los recursos que da Groenlandia, como minerales, petróleo y gas natural. Si bien su desarrollo ha sido lento porque está prohibido la extracción de los últimos dos por razones medioambientales , un estudio del 2023 reveló que 25 de 34 minerales considerados como “materias primas fundamentales” por la Comisión Europea se encontraron en Groenlandia.

Hoy Estados Unidos posee una Base Aérea en Pituffik, al noroeste de Groenlandia, gracias a un acuerdo firmado en 1951 entre el país americano y Dinamarca. En este se estableció la libertad de construir bases militares y desplegar fuerzas libremente en el territorio de la isla, siempre y cuando se notifique a este y Dinamarca. Esto también se debió a que históricamente Dinamarca no tiene la capacidad de defender por sí sola a la enorme isla, pero si Estados Unidos a través de la alianza de la OTAN.

Después, más allá de los debates sobre la independencia de Groenlandia y su posible asociación con el gigante americano, que debería tratarse en otra oportunidad, el presidente electo también hizo mención de la situación del Canal de Panamá. En ese marco, también manifestó la intención de tomar el control del Canal de Panamá, una vía fluvial que conecta los Océanos Atlántico y Pacífico, pero por razones de seguridad económica.

No obstante, esta declaración fue acompañada de una denuncia que apunta a la presencia de China en el canal, una infraestructura construida gracias a la inversión estadounidense, pero que luego fue entregado a Panamá en 1999.  “Miren, el Canal de Panamá es vital para nuestro país. Lo está operando China. ¡China! Y le dimos el Canal de Panamá a Panamá, no se lo dimos a China. Y ellos han abusado de él. Han abusado de ese regalo. Por cierto, nunca debió haberse hecho” expresó Trump. Según la información difundida, una empresa con sede en Hong Kong llamada Hutchison-Whampoa opera dos de los puertos en los extremos del canal, pero el canal en su totalidad está administrado por una agencia gubernamental.

Siguiendo esa misma lógica, Estados Unidos históricamente se ha hecho presente en diversos países de América Latina, principalmente para detener la propagación de regímenes e ideologías considerados como adversarias a los intereses del país norteamericano. Desde ese punto de vista, y ahora si dirigiendo las miradas más hacia el sur de América Latina, la visita de la Jefa del Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM) Laura Richardson a Tierra del Fuego, en el mes de abril del 2024, generó ciertas especulaciones sobre la presencia del país americano en Argentina. En ese entonces, la inauguración del Polo Logístico en la localidad fueguina de Ushuaia, con la presencia de la Comandante junto al presidente Javier Milei, confirmó para muchos la preferencia del gobierno argentino por los Estados Unidos.

Importancia de Tierra del Fuego y Antártida

La provincia de Tierra del Fuego ocupa un lugar estratégico en el escenario geopolítico global, siendo una de las regiones más cercanas a la Antártida. Este factor geográfico le confiere una relevancia singular no solo en términos de investigación científica, sino también en el marco de las tensiones internacionales por el acceso y control de recursos en el continente blanco. Además, el Canal de Beagle, ubicado en esta región, es una de las tres rutas marítimas principales del continente americano. Su posición privilegiada permite a las embarcaciones transitar de manera segura, ofreciendo cierta protección frente al clima extremo del océano circundante. Sin embargo, a pesar de su importancia, la mayoría de los barcos que cruzan esta área aún optan por el Pasaje de Drake debido a su mayor amplitud y facilidad de navegación.

En este contexto, el desarrollo del Polo Logístico Antártico en la ciudad de Ushuaia se proyecta como un componente clave para reforzar la influencia argentina en el extremo sur. Esta infraestructura, diseñada para proveer servicios a flotas marítimas y aeronaves, tanto privadas como gubernamentales, que operan regularmente en la Antártida, busca consolidar la posición de Argentina como un actor relevante en la región. Para Estados Unidos, sin embargo, el interés en esta iniciativa no solo responde a la necesidad de apoyo logístico, sino también a preocupaciones de seguridad vinculadas a la creciente participación de China en proyectos de esta índole.

Washington percibe la posible inclusión de Pekín en el Polo Logístico como un riesgo estratégico. El control o influencia china en una infraestructura de esta naturaleza podría facilitar un acceso directo a la Antártida, región considerada crucial debido a sus vastos recursos naturales y su papel en la regulación climática global. Además, este tipo de proyectos intensifica las tensiones existentes en un área ya marcada por la competencia internacional, donde las principales potencias buscan reafirmar su presencia y proteger sus intereses.

Para finalizar, la relevancia geopolítica de Groenlandia, el Canal de Panamá y Tierra del Fuego pone de manifiesto cómo las dinámicas globales afectan a los puntos estratégicos clave. La competencia entre Estados Unidos y China, especialmente en regiones como América Latina y el Atlántico Sur, plantea interrogantes sobre el papel que de Argentina en este escenario.

Además, con la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina, cuya ideología y puntos de vista parecen alinearse con los de Donald Trump, ¿qué impacto podría tener esta afinidad en la política exterior argentina? ¿Podría traducirse en un mayor acercamiento a Estados Unidos y en qué medida influiría en las decisiones relacionadas con Tierra del Fuego y la Antártida? . En este contexto, surgen una serie de preguntas: ¿Qué impacto podría tener la construcción del Polo Logístico en Tierra del Fuego para la soberanía nacional y el desarrollo económico?, y ¿podrá América Latina coordinarse para afrontar estos desafíos desde una postura común, o quedará relegada a ser el tablero de ajedrez donde otros mueven las piezas?

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