Este 2025, América Latina enfrentará un año marcado por desafíos y oportunidades. Entre las tendencias más importantes a considerar se encuentran el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el impacto del cambio climático, la evolución del crimen organizado y una paulatina recuperación económica que podría traer alivio a la región.

Donald Trump, una vuelta compleja para América Latina

En este sentido, es pertinente destacar que la vuelta de Donald Trump al poder representa el mayor desafío externo para América Latina este año. Durante su primer mandato, Trump implementó políticas que afectaron directamente a la región, desde aranceles hasta amenazas como la recuperación del Canal de Panamá.

Pero ahora la situación parece ser un poco más compleja con las figuras clave que Trump eligió para la región: Marco Rubio como secretario de Estado, con una visión de la región en términos de izquierda versus derecha, aboga por una postura más dura contra Cuba y Venezuela, mientras promociona “oportunidades de colaboración” con países liderados por conservadores como El Salvador, Argentina y República Dominicana.

Christopher Landau, en el puesto de secretario de Estado Adjunto, se caracteriza por tener una mentalidad que considera que detener la migración irregular debería ser “una prioridad global de la política exterior de EE. UU.”, no solo un problema con México. Mientras que Mike Waltz, Richard Grenell y Mauricio Claver-Carone también serán otras de las figuras clave en la política de Trump hacia América Latina.

Waltz, congresista de Florida, apoya la Doctrina Monroe, critica la influencia de China en la región y promovió en 2023 una ley para usar fuerza militar contra cárteles mexicanos. Grenell, confidente de Trump y exdirector interino de inteligencia nacional, se enfoca en conflictos en Venezuela y Cuba, habiendo intentado persuadir a Maduro de renunciar en 2020. Claver-Carone, principal asesor para América Latina, promueve el compromiso económico en la región como una estrategia de seguridad nacional y apoya aranceles contra bienes importados desde puertos controlados por China.

En este sentido, todo indicaría que México se encuentra en un “primer nivel de riesgo”, debido a su relación comercial con Estados Unidos y su vulnerabilidad ante posibles aranceles y restricciones. Según Ernesto Revilla, economista jefe de Citi para la región, “hay una enorme subestimación de los riesgos de lo que Trump 2.0 podría significar para México”.

Del mismo modo, las dictaduras socialistas de Venezuela, Cuba y Nicaragua forman parte del “segundo nivel de riesgo” y podrían ser el blanco de Trump, pero con sanciones. El tercer nivel incluye la intención de profundizar la ayuda a aliados conservadores como Javier Milei en Argentina y Nayib Bukele en El Salvador. Al mismo tiempo, es probable que Trump se oponga a los líderes no alineados – que considera débiles y simpatizantes de China – como Gustavo Petro de Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Dina Boluarte de Perú.

Sin embargo, el panorama está más plasmada de incertidumbres que certezas. “La pregunta que muchos líderes se hacen es si con Trump las cosas mejorarán o empeorarán”, comenta Mauricio Cárdenas, exministro colombiano, citado desde Americas Quartely. La posibilidad de acuerdos en temas de seguridad y cadenas de suministro depende de una administración estadounidense dispuesta a ver a América Latina no solo como una amenaza, sino también como una oportunidad.

Cambio climático y crimen organizado, dos riesgos crecientes

Por otra parte, el cambio climático se convirtió en un desafío político y económico crítico para la región. Eventos extremos, como la sequía en Ecuador y los incendios en la Amazonia, generaron impactos negativos directos en sectores económicos claves y, también de una manera indirecta, en la estabilidad de los liderazgos políticos. En Ecuador, por ejemplo, la popularidad del presidente Daniel Noboa se desplomó tras los apagones provocados por la peor sequía en 60 años.

En este contexto, el impacto económico del cambio climático es un factor significativo a considerar este año. El Banco Interamericano de Desarrollo estima que los desastres naturales pueden reducir hasta el 3,6% del PIB de los países caribeños. Sin embargo, América Latina posee recursos estratégicos, como el litio, que pueden posicionarla como un actor clave en la transición energética global. La cumbre climática de la ONU de 2025 en Belém, Brasil, se presenta como una oportunidad para coordinar esfuerzos regionales en la conservación de la Amazonia.

Por último, el crimen organizado sigue siendo una de las mayores amenazas para América Latina. Su capacidad de adaptación a los diferentes entornos y contextos generó nuevas dinámicas que comprometen no solo la seguridad ciudadana, sino también la estabilidad de las economías y los gobiernos. Desde el tráfico de drogas hasta el cibercrimen, la evolución de estas actividades ilegales representa un desafío complejo para los estados de la región.

Pero a pesar de todo, hay señales positivas para la región

Pero a pesar de estos retos, 2025 muestra señales positivas de recuperación. Expertos de Americas Quartely señalan que América Latina enfrenta un 2025 lleno de oportunidades y desafíos, con una economía que muestra signos de estabilidad, pero que sigue dependiendo de decisiones estratégicas – por mucho también pragmáticas – de los gobiernos para garantizar un desarrollo sostenido.

FocoUy

En este punto, el optimismo y el interés de los inversores extranjeros destacan como pilares clave para el futuro de la región. Con una participación significativa en la inversión extranjera directa mundial, América Latina se posiciona como un actor relevante en sectores estratégicos como las materias primas, los minerales esenciales para la transición energética y tecnologías emergentes como el hidrógeno verde. Este contexto abre una ventana de oportunidades para potenciar la integración económica y consolidar alianzas globales, especialmente en un entorno geopolítico marcado por las tensiones entre las principales potencias mundiales.

Fuente consultada: Americas Quartely

Indiana Ubelhartt
Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad Católica de Córdoba), con especialización en Negocios Internacionales (UNLZ) y Políticas Públicas (UNVM). Docente adscrita en las cátedras de Seguridad Internacional y Teoría del Estado (Facultad de Ciencia Polìtica y Relaciones Internacionales - UCC). Asistente de investigación en proyecto Redes de Gobernanza Metropolitana en Argentina y el mundo ( Facultad de Ciencia Polìtica y Relaciones Internacionales - UCC). Redactora en Escenario Mundial

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