El medio británico The Telegraph realizó un reciente informe sobre la importancia de la Antártida en materia de exploración y explotación de recursos petrolíferos, y cómo el Reino Unido debe impulsar esa “oportunidad”. “La bonanza petrolífera de la Antártida podría salvar a Gran Bretaña, pero hay que llegar antes que Argentina”, destaca el artículo.
El informe da por sentado que el Reino Unido tiene posesión del “territorio antártico británico” y, por ende, debe sacar provecho de la potencial fuente de riqueza que puede obtenerse de él. La principal oportunidad recae en la extracción de recursos energéticos, aunque “va más allá” de ello para The Telegraph: sin dudas, la proyección de poder sobre la Antártida, un territorio ampliamente disputado, se torna el objetivo principal para cualquier potencia que busque poseer y dominar un área estratégica como la es el continente blanco.
Sin embargo, lo que el informe del medio británico ignora es que el territorio antártico que autoproclama como propio es soberano de la Argentina, que mantiene un reclamo legítimo sobre el espacio. No obstante, al igual que con la causa Malvinas y sus aguas circundantes, el Reino Unido parece olvidar sus obligaciones legales y diplomáticas sobre territorios disputados y propone actuar unilateralmente en estos espacios ignorando cualquier tipo de responsabilidad.
El artículo explaya sobre la posibilidad que la Antártida efectivamente es para el Reino Unido, considerándola una factible “salvación económica” para un país territorialmente ocho veces menor en tamaño. “El continente helado nunca ha sido tan apetecible. Está poco explorado, pero su tamaño y su geología sugieren por sí solos que alberga enormes yacimientos minerales”, destaca. “Ya sabemos que el Monte Erebus, un volcán de la región antártica reclamado por Nueva Zelanda, escupe polvo de oro. La mayoría de los demás yacimientos estarán enterrados en las profundidades del hielo, pero el Territorio Antártico Británico incluye la Península Antártica y sus interminables extensiones de roca expuesta”.
Asimismo, subraya la relevancia que el continente blanco ha empezado a obtener a partir de la llegada de Trump a la Casa Blanca, quien mostró sumo interés en el territorio de Groenlandia en términos estratégicos y de explotación de recursos. Enfatiza en que “Trump aún no ha ‘descubierto’ la Antártida, pero podría hacerlo” (como múltiples países, entre ellos India, Turquía, China e Irán que también han mostrado interés en el continente blanco).
Frente a esto, el informe concluye en que el Reino Unido debe “dejar de regalar” territorio (haciendo alusión a la Antártida), ya que los principales líderes mundiales están aprovechando los impactos del cambio climático y avanzando sobre espacios históricamente helados para acceder a sus recursos naturales. No obstante, también destaca que Argentina reclama zonas del “Territorio Antártico Británico” y que el presidente Javier Milei ha mostrado un interés particular en la región. Más aún, considerando que “son tiempos peligrosos para referirse públicamente a un Territorio Británico de Ultramar deseable”.
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