El gobierno de EE.UU. informó a Israel que planea retirar a sus fuerzas armadas de Siria, así lo revelaron altos funcionarios de la Casa Blanca a sus homólogos israelíes. Actualmente, Estados Unidos mantiene aproximadamente 2.000 efectivos en territorio sirio, según un anuncio del Pentágono en diciembre pasado.
De acuerdo al ministro de Defensa israelí, Israel Katz, “la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria suscitará importantes preocupaciones en Tel Aviv”, ya que la presencia militar estadounidense en Siria viene siendo considerada un factor clave para contrarrestar la influencia de Irán y otros actores hostiles en la región. La retirada de las tropas podría dejar a Israel en una posición más vulnerable frente a amenazas en su frontera norte.
Recientemente, Katz visitó el Monte Hermón, una zona estratégica en los Altos del Golán ocupados por Israel desde 1967. Durante su visita, el ministro israelí afirmó la intención de Israel de mantener una presencia militar indefinida en la región y declaró, citado desde la Agencia Anadolu: “No permitiremos que fuerzas hostiles se instalen en la zona de seguridad al sur de Siria, desde aquí hasta el eje Sweida-Damasco. Actuaremos contra cualquier amenaza”.
¿Trump busca reducir la presencia militar de EE.UU. en conflictos extranjeros?
Este movimiento se enmarca en la política de la administración Trump de reducir la presencia militar estadounidense en conflictos extranjeros. Un informe del Pentágono, publicado en diciembre, reveló que hay más del doble de tropas estadounidenses en Siria, siendo una cifra que gira en torno a los 2.000 soldados estadounidenses.
El mayor general Pat Ryder, portavoz del Pentágono, explicó que los soldados están en Siria de forma “temporal” para respaldar a las “fuerzas oficiales desplegadas centrales” que participan en la misión del Pentágono destinada a prevenir que las fuerzas del Estado Islámico vuelvan a reorganizarse.
Actualmente, el Pentágono señala que las tropas están distribuidas en varias bases, entre ellas Al-Tanf, ubicada en la frontera entre Siria e Irak, y en el noreste de Siria. En colaboración con las Fuerzas Democráticas Sirias, compuestas principalmente por kurdos, las tropas estadounidenses y sus aliados han trabajado para mantener la presión sobre los militantes del Estado Islámico y garantizar que los combatientes detenidos no regresen al campo de batalla.
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