En una reciente publicidad oficial, la Real Fuerza Aérea del Reino Unido lanzó una controversial campaña para promocionar la oportunidad de conocer las Islas Malvinas como “una ventaja” de trabajar con ellos. En uno de los episodios multimediales creados por la RAF, titulado “60 Second Update”, se habla de la belleza natural de las Islas y de cómo los ciudadanos “trabajando con la RAF tienen la oportunidad de ver algunos de los paisajes naturales más vírgenes”.

El video promocional comienza con un soldado afirmando: “Desde el complejo Mount Pleasant de la RAF, en las emblemáticas Islas Malvinas, hogar de un millón de pingüinos de cinco especies, las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur (BFSAI) han estado llevando a cabo un entrenamiento de reabastecimiento en vuelo para un destacamento de pilotos del Atlas A400M”. Utilizando el ilegítimo nombre “Falklands”, destaca que “los cielos vacíos” proporcionan “el campo de entrenamiento perfecto para los pilotos multimotor, que regresarán al Reino Unido para utilizar estas habilidades en operaciones en todo el mundo”.
Una realidad ignorada por el Reino Unido
Mientras el Reino Unido invita a “los amantes de la naturaleza a admirar los paisajes vírgenes de las Malvinas”, permanece intacta la falta de diálogo y de predisposición por parte del gobierno británico por el legítimo reclamo soberano de Argentina sobre las Islas. La realidad política, ignorada por la Fuerza Aérea británica al realizar este tipo de contenido promocional, subyace de manera más compleja.

Oculto detrás de una promoción turística se encuentra otra realidad: la militarización británica en Malvinas, siendo un territorio disputado e ignorando las múltiples Resoluciones de Naciones Unidas que impiden la realización de maniobras unilaterales. Esta realidad puede observarse con el reciente despliegue de la Sección 2 del Regimiento Real de Fusileros Gurkhas en Malvinas, participando en un ejercicio conjunto denominado “Marinización”.
Utilizar a las Islas como un parque de diversiones para visitar constituye, sin dudas, una inequívoca agresión por parte del Reino Unido. Este accionar no solo desmerece los llamados al diálogo para la resolución del criterio soberano de las Islas, sino también desestima la historia y la lucha de Argentina por la recuperación de las Malvinas.
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