EE.UU. propuso un cese al fuego de 30 días entre Rusia y Ucrania, buscando poner fin a las hostilidades en la región. Tras extensas conversaciones en Yeda, Arabia Saudita, Ucrania aceptó la propuesta, dejando la decisión final en manos de Vladímir Putin, y dando lugar al Gobierno de Trump a que reanude la ayuda y la inteligencia militar.

En este sentido, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, destacó la importancia de la respuesta rusa, instando a Moscú a considerar seriamente la oferta para detener todas las hostilidades. Rubio señaló que una negativa por parte de Rusia revelaría “sus verdaderas intenciones respecto al conflicto”.

Como parte de la iniciativa, EE.UU. acordó reanudar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Ucrania, al tiempo que el gobierno de Kiev se mostró dispuesto a un alto el fuego de 30 días en la Guerra con Rusia. La medida, que se conoció tras conversaciones en Arabia Saudita, genera expectativas sobre una posible reconfiguración del conflicto y el futuro de las relaciones entre Washington y Moscú.

Por su parte, el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, afirmó que la delegación ucraniana compartió la visión de paz del presidente Trump y profundizó en los detalles de un acuerdo que incluiría garantías de seguridad a largo plazo. Este enfoque se alinea con los intereses de la Casa Blanca de encontrar una solución negociada al conflicto, aunque sin debilitar la posición estratégica de Ucrania.

El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, tiene previsto viajar a Moscú en los próximos días, donde podría reunirse con el presidente Vladímir Putin. Si bien los detalles de la agenda aún no fueron confirmados, este encuentro marcaría un punto de inflexión en la dinámica diplomática entre Washington y el Kremlin.

Perspectivas y reacciones en Ucrania

El posible alto el fuego generó reacciones encontradas dentro de Ucrania. Mientras que algunos ciudadanos reconocen la necesidad de alcanzar un acuerdo para reducir el sufrimiento de la población, otros advierten que una pausa en los combates podría permitir a Rusia reorganizarse y reforzar su capacidad ofensiva.

En Kiev, la población sigue de cerca el desarrollo de las negociaciones. Lena Herasymenko, psicóloga, señaló que cualquier compromiso debe ser “razonable”, dado el alto costo humano del conflicto. En contraste, Oleksandr, un soldado ucraniano, expresó su preocupación de que un cese de hostilidades le brinde tiempo a Rusia para reforzar su arsenal y lanzar una nueva ofensiva más adelante.

Rusia todavía no da señales del acuerdo entre Ucrania y EE.UU.

Por el momento, el Kremlin no dio señales de estar dispuesto a aceptar la oferta de alto el fuego. Moscú mantiene su exigencia de que Ucrania abandone su intención de unirse a la OTAN y reconozca como rusas las regiones ocupadas. Estas condiciones fueron rechazadas sistemáticamente por Kiev y por sus aliados occidentales, lo que dificulta una solución negociada en el corto plazo.

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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