En medio de crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán, el gobierno de China emitió una advertencia clara al gobierno taiwanés, afirmando que tomará “medidas decisivas” si la isla cruza lo que Pekín considera su “línea roja”. La declaración, realizada por Chen Binhua, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán, subraya la posición firme de China respecto a su reclamación sobre el territorio y refleja una postura cada vez más agresiva.

En un documento de trabajo publicado el 5 de marzo, coincidiendo con el inicio del Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, Pekín reafirmó su compromiso con la “reunificación” de Taiwán. A diferencia de informes anteriores, este documento omitió el término “reunificación pacífica”, lo que generó especulaciones sobre un posible endurecimiento de la política china hacia la isla. Al ser consultado sobre esta omisión, Chen Binhua insistió en que “Un país, dos sistemas” sigue siendo la propuesta principal de Pekín para incorporar a Taiwán, a pesar del escepticismo generalizado en la isla.

El modelo “Un país, dos sistemas” fue implementado por China en Hong Kong tras su retrocesión del Reino Unido en 1997, prometiendo un alto grado de autonomía. Sin embargo, la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional en 2020, que reforzó el control chino y limitó las libertades políticas, generó un fuerte rechazo internacional y aumentó las preocupaciones en Taiwán. Pekín ha planteado este modelo como una solución para integrar a la isla, aunque el gobierno taiwanés lo rechaza categóricamente, calificándolo como una amenaza a su democracia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán respondió a las declaraciones chinas a través de un comunicado publicado en X (antes Twitter), afirmando que las aspiraciones de “reunificación” de Pekín carecen de fundamento. “Taiwán es una democracia soberana nunca gobernada por la República Popular China. Nuestro futuro depende únicamente de nuestros 23 millones de habitantes”, subrayó el ministerio, reiterando su posición de defensa del statu quo en el estrecho de Taiwán.

En los últimos años, China ha intensificado su presencia militar en torno a la isla, incrementando las incursiones aéreas y navales en la zona. Estas maniobras han sido interpretadas por analistas como una estrategia de presión para debilitar la moral del gobierno taiwanés y preparar el terreno para una eventual unificación forzosa. En febrero, el almirante de la Marina de Estados Unidos, Samuel Paparo, señaló que las acciones de China no son simples ejercicios militares, sino “ensayos” para una posible invasión de la isla.

En respuesta a estas amenazas, Taiwán ha aumentado significativamente su presupuesto de defensa y extendido el servicio militar obligatorio de cuatro meses a un año. Estas medidas buscan fortalecer sus capacidades de disuasión ante un posible conflicto armado. La administración de la presidenta Tsai Ing-wen ha mantenido una política de acercamiento a Estados Unidos y otras democracias occidentales, buscando apoyo internacional para preservar su soberanía.

Te puede interesar: Taiwán ve imposible gastar el 10% del PBI en Defensa tras las presiones de Trump para un aumento del gasto militar

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario