Durante más de un año, grupos de manifestantes con inclinaciones pro occidentales en la ex república soviética han acusado a su gobierno de permitir que Rusia refuerce progresivamente su influencia en el país. Sin embargo, al recorrer esta nación de 3,6 millones de habitantes, enclavada en la montañosa región del Cáucaso, resulta evidente la creciente presencia de China, quien expandirá su influencia en Georgia con un puerto clave en el Mar Negro.

El importante puerto de China en Georgia
En el centro del territorio georgiano, trabajadores chinos están construyendo viaductos de gran altura y perforando decenas de túneles a través de formaciones rocosas para desarrollar la primera autopista moderna que conectará el este con el oeste del país. En la zona norte, la empresa China Railway Tunnel Group está llevando a cabo la excavación de un túnel de 8,8 kilómetros a través de la cordillera para extender una carretera ya existente hacia Rusia.
Hacia el oeste, se están preparando las condiciones para que otra compañía china, China Communications Construction Company, desarrolle el primer puerto de aguas profundas de Georgia en el Mar Negro. Este proyecto forma parte de la iniciativa de infraestructura y comercio “La Franja y la Ruta” impulsada por Pekín.
La construcción del puerto, que aún carece de nombre oficial, se ha convertido en el centro de un intenso debate tanto dentro de Georgia como en el ámbito internacional, ya que evidencia la creciente influencia de China en la región y el distanciamiento del país caucásico respecto a Occidente. La polémica se agravó cuando el proyecto fue retirado de un consorcio conformado por empresas georgianas, europeas y estadounidenses —el Consorcio de Desarrollo de Anaklia— y, en mayo pasado, se adjudicó finalmente a la empresa china.
La ubicación estratégica del puerto en el Mar Negro
Salomé Zourabichvili, expresidenta de Georgia y figura destacada de la oposición prooccidental, sostuvo que la decisión equivalía a “dar un golpe a nuestras relaciones con nuestros socios estadounidenses y europeos”. En julio, un funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. declaró que la adjudicación del puerto a la compañía china era “incompatible” con la aspiración de Georgia de integrarse en “organizaciones internacionales con sede en EE. UU. y la UE”. Ya en 2019, Washington había señalado que la infraestructura portuaria podría “evitar que Georgia caiga presa de la influencia económica rusa o china”.

La semana pasada, el congresista Joe Wilson, republicano por Carolina del Sur, criticó la decisión, argumentando que favorecería a China en detrimento de empresas estadounidenses. Por su parte, el gobierno georgiano ha defendido su determinación, asegurando que ceder el puerto a la firma china garantizará su ejecución “al más alto nivel”.
“Los cargamentos chinos son de especial importancia para la operación más eficaz de este puerto”, declaró Irakli Kobakhidze, primer ministro de Georgia, poco después del anuncio. Al respecto, algunos analistas consideran que el acercamiento a China responde a una lógica estratégica dentro de la geopolítica regional.
La importancia del puerto para el comercio internacional
Ante la magnitud del puerto construido por la compañía china y su ubicación estratégica, se prevé que transforme el comercio internacional en el Cáucaso y en toda la región. Para Georgia, este desarrollo contribuiría a consolidar su papel como un nodo clave del transporte regional.

Para China, el puerto representaría una vía de acceso al Cáucaso, facilitando la conexión entre Asia y Europa mediante lo que denomina el “corredor intermedio”. Este permitiría a las empresas chinas transportar mercancías desde su territorio a través de ferrocarriles en Asia Central y del Mar Caspio hacia Europa, eludiendo el tránsito por Rusia, país sometido a sanciones occidentales por su intervención en Ucrania.
“Georgia es un enlace clave para el corredor intermedio y el puerto de Anaklia podría ser el último clavo”, afirmó Zhou Qian, embajador de China en Georgia, en una entrevista. “La ubicación de Georgia es fundamental para la conectividad entre Europa y Asia”, agregó.
El renovado interés de las potencias en el Cáucaso
El gobierno georgiano ha señalado que aún se están definiendo los detalles del acuerdo, pero ha confirmado que la empresa china será propietaria del 49 % del puerto, mientras que Georgia mantendrá el porcentaje mayoritario restante. Se estima que la constructora china invertirá 600 millones de dólares en la primera fase del proyecto.
Rusia, que sigue siendo el principal socio comercial de Georgia, también podría beneficiarse significativamente del proyecto. Su puerto más importante en el Mar Negro, Novorossiysk, ha sido afectado por las sanciones occidentales, y las nuevas rutas impulsadas por China permitirían el flujo de mercancías hacia y desde Rusia a través del Cáucaso sin mayores restricciones.
La situación del puerto ilustra cómo la competencia entre China y Estados Unidos se intensifica en la región, involucrando a países más pequeños como Georgia. “Por un lado, estará China, que estará alineada con Rusia; por otro, Occidente”, señaló Ram Ben Tzion, director ejecutivo de Publican, una firma dedicada al análisis de la evasión de restricciones comerciales. “Este puerto se encuentra en la encrucijada de estos dos mundos”.
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