El nuevo embajador de Estados Unidos en Japón, George Glass, instó a Tokio a aumentar el gasto en defensa y en las bases militares norteamericanas, citando la creciente amenaza que representa China. Durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado el 13 de marzo de 2025, Glass sostuvo que la sofisticación militar china está aumentando de manera significativa, lo que exige una mayor inversión por parte del gobierno japonés.
Glass enfatizó la necesidad de que Japón incremente el financiamiento en armamento, mejore sus sistemas de comando y control, y refuerce el apoyo a las fuerzas estadounidenses estacionadas en su territorio. “Vamos a tener que hablar con los japoneses sobre un aumento en ese respaldo”, afirmó el diplomático, quien definió la relación entre Estados Unidos y Japón como una alianza en su “máximo apogeo”, basada en la cooperación económica y militar.

El llamado de Glass se alinea con las preocupaciones de Washington respecto al entorno estratégico en el Indo-Pacífico, donde China, Rusia y Corea del Norte representan desafíos directos para la seguridad regional. En este sentido, el embajador subrayó la importancia de trabajar estrechamente con Japón para contrarrestar las presiones provenientes de Pekín.
A pesar de sus declaraciones, la postura de Glass contrasta con recientes comentarios del expresidente Donald Trump. El 6 de marzo, Trump expresó dudas sobre el acuerdo de seguridad con Japón, señalando que “Estados Unidos está obligado a proteger a Japón, pero Japón no tiene la misma obligación con nosotros”, según informó la agencia Kyodo News. Al respecto, Glass minimizó las diferencias, destacando que la cercanía en las relaciones permite abordar de manera transparente las discusiones financieras.
Japón se ha comprometido a aumentar su gasto en defensa hasta el 2% de su producto bruto interno (PBI) para 2027. Glass indicó que el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha manifestado disposición para evaluar nuevos incrementos, dependiendo del curso de las negociaciones bilaterales. “Espero poder discutir esto con los japoneses y alcanzar un acuerdo beneficioso para ambas partes”, agregó el embajador.

En diciembre de 2024, el gabinete japonés aprobó el presupuesto de defensa más alto de su historia para el año fiscal, que comienza el 1 de abril de 2025. Esta asignación marca el decimotercer año consecutivo de incremento en el gasto militar, con un aumento del 9,7% previsto para el año fiscal 2026, elevando el total a 54.800 millones de dólares, en comparación con los 50.100 millones de dólares del año actual. Se espera que el presupuesto alcance los 56.100 millones de dólares en 2027.
Glass también delineó una serie de iniciativas destinadas a fortalecer la cooperación militar entre ambos países. Destacó planes para ampliar la colaboración en ciberseguridad, impulsar la coproducción de armamento y agilizar la entrega de equipos militares. Según el embajador, Japón mantiene un retraso superior a los 50.000 millones de dólares en pedidos de equipamiento militar a Estados Unidos, un punto que considera prioritario abordar para fortalecer la defensa japonesa frente a las presiones chinas.
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