Las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur (BFSAI, por sus siglas en inglés) anunciaron la realización del ejercicio militar “Cabo Kukri III” en las Islas Malvinas. Este despliegue, que involucra al Regimiento Real de Fusileros Gurkhas (RGR), se enmarca en la estrategia del Reino Unido de mantener una presencia militar permanente y reforzar su capacidad operativa en el Atlántico Sur, una política que ha generado cuestionamientos por su carácter de ocupación sobre territorio argentino.
Tal como expresó Mercopress, entre el 17 y el 21 de marzo, la Compañía de Infantería de Roulement (RIC) llevará a cabo maniobras de fogueo a gran escala, consolidando el entrenamiento de los Gurkhas durante su despliegue en las Islas.

Estas maniobras no son un hecho aislado, sino que forman parte de una escalada sostenida de la presencia militar británica en el archipiélago. A lo largo del ejercicio se prevén simulacros de combate diurnos y nocturnos con disparos de fogueo, lo que evidencia la voluntad del Reino Unido de afianzar su control militar en las Islas Malvinas pese a los reiterados reclamos de soberanía por parte de Argentina.
HMS Forth: entrenamiento para mantener la presencia naval británica
En paralelo a las maniobras terrestres, el patrullero HMS Forth, encargado de la vigilancia en las Islas Malvinas, completó recientemente una rigurosa evaluación operativa (FOST, por sus siglas en inglés). Durante el proceso, la tripulación fue sometida a situaciones de emergencia como incendios e inundaciones, demostrando la capacidad de respuesta del buque en escenarios complejos.

El HMS Forth es una pieza clave dentro del dispositivo militar británico en el Atlántico Sur. La superación de la evaluación FOST refuerza la preparación del buque para operar en condiciones exigentes y garantiza la continuidad de la presencia naval en una región estratégicamente importante para el Reino Unido, consolidando la presencia de activos militares en la zona.
El trasfondo político de los ejercicios
El desarrollo del ejercicio “Cabo Kukri III” se produce en un contexto de creciente actividad militar británica en las Islas Malvinas. Recientemente, la Real Fuerza Aérea del Reino Unido (RAF) desplegó aviones hacia la Antártida desde el archipiélago bajo el pretexto de apoyar investigaciones científicas, un movimiento que ha sido interpretado como parte de una estrategia más amplia de proyección de poder en el Atlántico Sur.
El gobierno argentino ha denunciado históricamente en múltiples foros internacionales la presencia militar británica en las Islas Malvinas, considerándola una violación de la soberanía nacional y de las resoluciones de las Naciones Unidas que instan al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales. No obstante, Londres continúa reforzando sus capacidades en la región con el despliegue de tropas de élite como los Gurkhas y la realización de maniobras de gran escala como las del “Cabo Kukri III”. Sin embargo, con la nueva administración de Javier Milei, no se han planteado cuestionamientos activos a la presencia militar británica, lo que marca un cambio en la postura tradicional argentina en la disputa por la soberanía del archipiélago.
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