Ucrania llevó a cabo un ataque con drones contra el aeródromo de Engels, una base estratégica de bombarderos nucleares ubicada a unos 700 kilómetros de la línea de combate, provocando una gran explosión y un incendio de gran magnitud. Este incidente, confirmado por autoridades rusas y ucranianas, representa una nueva escalada en el conflicto y apunta a debilitar la capacidad ofensiva de largo alcance de Moscú.

El Ministerio de Defensa de Rusia informó que las defensas aéreas derribaron 132 drones ucranianos en distintas regiones del país. Sin embargo, videos verificados por la agencia Reuters mostraron una explosión masiva que generó importantes daños en áreas cercanas al aeródromo, incluyendo la destrucción parcial de viviendas. Otro material audiovisual verificable exhibe una columna de humo denso elevándose al cielo en las primeras horas de la mañana, evidenciando la magnitud del impacto.

El aeródromo de Engels, ubicado en la región de Saratov, es una instalación de gran relevancia estratégica para las fuerzas rusas. Esta base alberga los bombarderos pesados Tupolev Tu-160, conocidos como “Cisnes Blancos”, con capacidad para transportar armas nucleares. Roman Busargin, gobernador de Saratov, confirmó el ataque y anunció la evacuación de los residentes próximos a la zona afectada. Si bien no mencionó directamente la base de Engels, es el principal complejo aéreo en esa región y un objetivo recurrente de las fuerzas ucranianas.

Desde Kiev, el Ministerio de Defensa ucraniano sostuvo que el ataque provocó detonaciones secundarias en depósitos de municiones dentro del aeródromo. Asimismo, las autoridades ucranianas señalaron que Rusia utiliza esta base para lanzar misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ucraniano. Fuentes locales informaron que diez personas resultaron heridas a causa del ataque, mientras que algunos residentes afirmaron haber encontrado restos de drones en sus propiedades.

El medio ruso Shot Telegram indicó que el ataque se realizó con drones ucranianos de los modelos PD-2 y Liutyi, conocidos por su capacidad de realizar incursiones a larga distancia y por su precisión en objetivos específicos. Maxim Leonov, jefe del distrito de Engels, declaró el estado de emergencia local, aunque no proporcionó mayores detalles sobre la magnitud de los daños o las acciones de respuesta.

Este no es el primer ataque ucraniano contra el aeródromo de Engels. En diciembre de 2022, Kiev lanzó un ataque similar que causó daños significativos a las instalaciones. Posteriormente, en enero, un nuevo ataque alcanzó un depósito de petróleo que abastecía a la base, provocando un incendio que se extendió durante cinco días. Según fuentes de seguridad ucranianas, en esa ocasión se logró impactar un almacén de bombas guiadas y misiles, afectando la capacidad logística del aeródromo.

El ataque reciente refleja la estrategia de Ucrania de golpear infraestructura crítica detrás de las líneas rusas para debilitar las capacidades militares de Moscú. Este tipo de ofensivas con drones ha cobrado protagonismo en la guerra, ya que permiten a Ucrania alcanzar objetivos estratégicos sin exponer directamente a sus tropas. Por su parte, Rusia enfrenta el desafío de reforzar sus defensas aéreas y proteger instalaciones clave, en medio de una intensificación de los ataques ucranianos en su territorio.

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Redacción
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