La presencia militar del Reino Unido en las Islas Malvinas continúa consolidándose mediante una serie de ejercicios y maniobras que refuerzan su capacidad operativa en el Atlántico Sur. Esta semana, la fuerzas britanicas estacionadas en las ilsas, en coordinación con otras unidades, llevó a cabo un ejercicio de búsqueda y rescate (SAR) en la zona del Monte Vernet, sumando un nuevo entrenamiento táctico en condiciones realistas y complejas.
El ejercicio consistió en la simulación del rescate de tres excursionistas —uno de ellos representado por un muñeco de entrenamiento denominado “Bob”— en un área de difícil acceso, lo que requirió la intervención del personal de la FIDF, el Policía Real de las Islas Malvinas (RFIP) y el Centro de Operaciones Conjuntas de las Fuerzas Británicas en las Islas del Atlántico Sur (BFSAI).

Estos ejercicios complementan las actividades realizadas semanas atrás. En esas jornadas se realizaron prácticas de evacuación de heridos, anclajes y traslado en camilla, fortaleciendo la interoperabilidad de las fuerzas británicas en el archipiélago. Según reportó el medio kelper MercoPress, estas acciones refuerzan la preparación ante escenarios adversos en zonas remotas.
Ejercicios Gurkhas y el refuerzo del dispositivo militar británico
En paralelo, entre el 17 y el 21 de marzo, se desarrolló el ejercicio “Cabo Kukri III” en el que participó el Regimiento Real de Fusileros Gurkhas (RGR). Esta unidad de élite, desplegada temporalmente en el archipiélago, realizó maniobras con fuego simulado tanto diurnas como nocturnas, como parte del entrenamiento de la Roulement Infantry Company (RIC), enmarcado en el refuerzo de la presencia británica en la región.

Este despliegue se inscribe dentro de una estrategia británica más amplia, afianzando la posicionamiento ilegal en las Islas. Las maniobras no solo fortalecen la preparación combativa, sino que también actúan como una demostración de fuerza que consolida la posición del Reino Unido sobre un territorio cuya soberanía continúa siendo disputada por la Argentina.
Actividad naval y aérea británica en las Islas
Simultáneamente, el patrullero HMS Forth, asignado a la vigilancia permanente de las aguas que rodean las Malvinas, completó con éxito la evaluación FOST (Flag Officer Sea Training), en la cual la tripulación fue sometida a simulacros de incendios, inundaciones y escenarios de combate, ratificando su operatividad en contextos extremos.
Por otra parte, un avión militar británico Airbus A400M Atlas, que había operado recientemente en la Antártida, regresó a las Islas Malvinas luego de una escala técnica en Montevideo. Esta aeronave —identificada como ZM421— realizó misiones de patrullaje marítimo, apoyo a campañas científicas y operaciones de reabastecimiento aéreo sobre el paralelo 70 sur, alcanzando latitudes históricas para la Real Fuerza Aérea británica (RAF). Estas acciones son interpretadas por especialistas como parte de una estrategia de proyección de poder en el Atlántico Sur.

Un enclave militar estratégico bajo silencio diplomático
La base de Monte Agradable continúa siendo el epicentro del dispositivo militar británico en las Islas, albergando tropas rotativas, cazas Eurofighter Typhoon, sistemas antiaéreos y unidades navales como el HMS Forth. Esta infraestructura es clave para sostener las actividades militares de Londres en el Atlántico Sur y posibilita entrenamientos de gran escala, como los realizados recientemente bajo la operación “Marinización”, que incluyó ejercicios coordinados entre fuerzas terrestres y navales.
A pesar del creciente nivel de militarización, el gobierno argentino actual —bajo la administración de Javier Milei— no ha emitido cuestionamientos públicos ni ha tomado medidas diplomáticas concretas frente a estos movimientos. Esta actitud contrasta con gestiones anteriores, que elevaron reclamos ante organismos internacionales y promovieron acciones legales contra la explotación de recursos naturales en el archipiélago.
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