El general Dariusz Łukowski, jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Polonia (BBN), advirtió que la capacidad de Polonia para defenderse en caso de una guerra no excede las dos semanas. De acuerdo a Łukowski, el aporte de Polonia en la guerra de Ucrania ha ocasionado un agotamiento parcial de las reservas de munición polacas. Hoy en día, el país carece de nuevas fábricas de municiones capaces de sostener la demanda actual. Para resolver esta situación, se prevé la creación de un Fondo de Defensa y Seguridad.

Polonia: la falta de reservas como catalizador del fortalecimiento de las fuerzas armadas
Las declaraciones de Łukowski infieren que, de no tomar decisiones inmediatas, la situación de Polonia podría tornarse compleja. A pesar de las alianzas militares de las que Polonia participa, el país ha visto reducidas sus reservas debido al importante apoyo brindado a Ucrania tras enviar parte de sus recursos bélicos, y ahora se encuentra en proceso de restituirlos. El nivel actual de reservas proporcionaría un alivio de una o dos semanas, generando preocupación en las esferas castrenses de Varsovia.
Desde el gobierno polaco, dieron a conocer que esta limitación afecta principalmente a equipos antiguos, para los cuales ya no se fabrican municiones y se depende de reservas acumuladas en el pasado. Sin embargo, se dejó en claro que la perspectiva es mucho mejor con los sistemas de combate modernos, ya que las adquisiciones de plataformas y armamento se han realizado en paralelo en los últimos años. La óptica polaca contempla que, mientras dure la guerra en Ucrania, aún hay tiempo para crear capacidades de producción y reconstruir sus reservas de medios de combate.

Europa se prepara para un nuevo escenario bélico
En medio de negociaciones para aliviar las tensiones en Ucrania, el resto de Europa se prepara para la génesis del próximo panorama de seguridad en el viejo continente. Rusia ha demostrado su resistencia contra los esfuerzos ucranianos, respaldados por sus aliados, y todo parece indicar que es su intención volver a ocupar un rol preponderante en el sistema internacional multilateral vigente. En ese contexto, Polonia, como Estado miembro tanto de la Unión Europea como de la OTAN, también se ha replanteado su capacidad militar.
Dos semanas es el estimado que las autoridades polacas han determinado como máximo para resistir en el eventual caso de una guerra. Si bien la posibilidad de otra guerra europea no parece, al menos hoy en día, cercana, el rearme de Europa ya es una realidad. El caso polaco refleja los desafíos que muchos Estados enfrentarán a la hora de reforzar su capacidad militar: fondos comunitarios deberán ser dedicados a proyectos de modernización de la industria de Defensa e infraestructura. El impacto económico de esta medida, la cual implicará para Polonia dedicar más de 7.000 millones de euros para el Fondo de Defensa y Seguridad, será cuestión de debate en el mediano y corto plazo.
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