El Ministerio de Defensa de Japón informó sobre la formación de una nueva unidad de transporte marítimo, diseñada para fortalecer la capacidad logística de las Fuerzas de Autodefensa en las islas remotas del sur del país. Esta medida responde al agravamiento del panorama de seguridad en el Estrecho de Taiwán, marcado por las crecientes amenazas provenientes de China.
Durante una ceremonia oficial celebrada en Kure, en la prefectura de Hiroshima, el ministro de Defensa, Gen Nakatani, subrayó la importancia del nuevo grupo, denominado Maritime Transportation Group, que fue formalmente establecido el 24 de marzo de 2025. “La unidad permitirá despliegues de tropas más rápidos y seguros”, declaró Nakatani, destacando su valor como “hito histórico” en la cooperación entre las ramas terrestre y marítima de las Fuerzas de Autodefensa.
El grupo, conformado por alrededor de 100 efectivos, responde directamente al Ministerio de Defensa. Su función principal es reforzar la movilidad militar en regiones estratégicamente sensibles, como las islas Senkaku en el Mar de China Oriental, cuya soberanía es reclamada por China pero administrada por Tokio. De acuerdo con información difundida por Kyodo News, está previsto que el grupo cuente con 10 buques de transporte hacia marzo de 2028, de los cuales dos ya han sido construidos y están en operación.

La composición del equipo también revela un enfoque integral y cooperativo: los capitanes de las naves pertenecen a la Fuerza Marítima de Autodefensa (MSDF, por sus siglas en inglés), mientras que la mayoría de los tripulantes provienen de la Fuerza Terrestre de Autodefensa (GSDF). Esta integración interarmas responde al nuevo paradigma de defensa que busca mayor agilidad, interoperabilidad y eficacia operativa en entornos insulares.
Este movimiento se enmarca en una coyuntura geopolítica especialmente delicada. China ha intensificado su presión militar y diplomática sobre Taiwán, una isla autónoma que, aunque opera como un Estado independiente bajo el nombre de República de China (ROC), es considerada por Beijing como una provincia rebelde. La posibilidad de una acción militar china contra Taiwán no ha sido descartada por las autoridades del gigante asiático, lo cual incrementa el riesgo de un conflicto regional de grandes proporciones.

Para Japón, aliado estratégico de Estados Unidos en la región, un eventual conflicto por Taiwán tendría consecuencias directas en su seguridad nacional. Sus islas más meridionales, incluidas las disputadas Senkaku, se encuentran en una posición geográfica clave dentro del posible teatro de operaciones. En este sentido, Tokio ha venido fortaleciendo su postura defensiva, tanto en capacidades materiales como en su doctrina operativa, en línea con el nuevo enfoque de “disuasión proactiva”.
La puesta en marcha del Maritime Transportation Group responde también a una tendencia más amplia en la región: el progresivo rearme y modernización de capacidades militares por parte de los actores del Indo-Pacífico, frente a la creciente asertividad china en espacios marítimos disputados. La logística, en este marco, se vuelve un componente central de la eficacia militar y la capacidad de respuesta ante emergencias o agresiones externas.
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