En medio de las crecientes restricciones impuestas por Occidente, Rusia ha intensificado el uso de su denominada “flota fantasma” para mantener a flote su industria energética. El reciente arribo del buque East Energy a un astillero en Zhoushan, China, marca un nuevo capítulo en esta estrategia. Este buque, originalmente llamado Asya Energy, forma parte del proyecto Arctic LNG 2, actualmente sancionado, y se convierte en el primer transportador de gas natural licuado (LNG) de esta flota en recibir servicio en territorio chino.

La East Energy permaneció más de nueve meses operando en el mar sin tocar puerto, desde que cargó por primera vez en la planta ártica el 11 de agosto de 2024 y nuevamente el 14 de septiembre del mismo año. Durante ese tiempo, se mantuvo fondeada en la Bahía de Nakhodka o navegando en aguas del Mar de Japón. Parte de su carga fue finalmente transferida en febrero de 2025 a una barcaza flotante llamada Koryak, ubicada en la península de Kamchatka.

El ingreso del buque a instalaciones chinas responde a un fenómeno cada vez más habitual: la búsqueda de alternativas de mantenimiento fuera de Europa, luego de que astilleros como Damen Shiprepair (Francia) y Fayard A/S (Dinamarca) comenzaran a rechazar trabajos para embarcaciones vinculadas a proyectos energéticos rusos. Entre febrero de 2022 y agosto de 2024, ambos astilleros habían recibido a catorce buques Arc7 del proyecto Yamal. Sin embargo, crecientes presiones políticas y legales han limitado sus servicios, dejando a estas embarcaciones en un limbo logístico.

El caso del Christophe de Margerie, otro buque Arc7 sancionado, es ilustrativo. Tras pasar por Zhoushan el año pasado para reparar daños estructurales y en sus sistemas de propulsión y nitrógeno, el buque continúa inactivo en los mares de Barents y Kara desde junio de 2024. A pesar de su capacidad técnica para navegar en condiciones extremas, el acceso restringido a repuestos y técnicos europeos ha paralizado su operatividad.

La “flota fantasma” rusa de LNG, a diferencia de la envejecida flota de petroleros oscuros, incluye buques modernos con tecnología avanzada, lo que incrementa la complejidad de su mantenimiento. East Energy fue construido en 2002, mientras que otros como Pioneer (2005), Nova Energy (2007), Metagas Everest (2003), Mulan (2024) y los nuevos North Air, North Mountain, North Sky y North Way (todos 2023/2024), conforman una flota que combina modernidad con un entorno de alta sanción.

El aislamiento creciente que enfrentan estas naves en astilleros europeos ha provocado una deriva estratégica hacia Asia, con China emergiendo como una opción viable para asegurar el mantenimiento esencial. Esta tendencia preocupa a agencias internacionales, ya que la falta de inspecciones regulares y servicios técnicos confiables aumenta los riesgos operativos de una flota que transporta materiales altamente inflamables por rutas sensibles del Ártico y el Pacífico.

Según fuentes citadas por gCaptain, los proveedores europeos enfrentan serias dificultades para importar repuestos o brindar soporte técnico a estos buques, debido al temor de incumplir con los regímenes sancionatorios. En este contexto, las autoridades marítimas internacionales han catalogado a varias decenas de estos buques como “riesgosos”, mientras la tensión geopolítica escala entre la seguridad energética, las rutas árticas y el desacoplamiento entre bloques de poder global.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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