Simulaciones de guerra públicas desclasificadas, sugieren un escenario de crisis donde EE.UU. podría agotar sus reservas de municiones en tres o cuatro semanas en una eventual guerra contra China. El mismo estudio indica que, una vez utilizadas estas reservas, la reposición de las municiones podría tomar años. El mayor conflicto para EE.UU. reside en una aparente falla del Departamento de Defensa (DoD), en cuanto a la compra de estratégica de municiones.
Vulnerabilidad en la infraestructura de defensa
De acuerdo a información plasmada en un reporte de la Comisión para la Estrategia de Defensa Nacional de EE.UU., publicado en julio 2024, hace referencia a la base industrial de defensa de este país como una de las mayores vulnerabilidades ante el comienzo de una guerra. La base industrial de defensa actualmente no está en condiciones de producir las armas, municiones, equipos y software necesarios para prepararse y participar en un conflicto entre grandes potencias.

La consolidación del sector y la falta de inversión han derivado en un número reducido de empresas, vacíos en la fuerza laboral, infraestructura de producción insuficiente y cadenas de suministro frágiles. Además, el DoD sigue operando bajo un modelo obsoleto de innovación tecnológica, basado en grandes “programas oficiales” (programs of record) que carecen de flexibilidad y limitan el desarrollo y las actualizaciones a unos pocos socios industriales.
China, un adversario formidable
La Comisión concluye que, en muchos aspectos, China está superando a EE.UU. y ha logrado en gran medida anular la ventaja militar estadounidense en el Pacífico Occidental, gracias a dos décadas de inversión estratégica en defensa. Si Estados Unidos no introduce cambios significativos, el equilibrio de poder seguirá inclinándose a favor de Pekín. Se estima que el gasto anual total de China en defensa asciende a unos 711.000 millones de dólares, y en marzo de 2024 el gobierno chino anunció un aumento del 7,2% en su presupuesto militar anual.

China posee la marina más grande del mundo (con más de 370 buques y submarinos), la fuerza aérea más numerosa de su región (que “está alcanzando rápidamente a las fuerzas aéreas occidentales” según el reporte en cuestión) y el ejército terrestre más grande del planeta, incluso después de haber sido reducido para mejorar su profesionalización y capacidad de maniobra. Además de su ventaja en términos de tamaño, las fuerzas armadas chinas se han modernizado de manera integral, especialmente en áreas clave para un eventual conflicto en el Pacífico Occidental.
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