La administración Biden prepara el anuncio de su paquete final de asistencia militar para Ucrania bajo la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI). Con un valor aproximado de 1.200 millones de dólares, el paquete incluirá interceptores de defensa aérea y municiones de artillería, según fuentes familiarizadas con el asunto.
A diferencia de otros programas de ayuda, el USAI adquiere equipo militar directamente de la industria de defensa o de socios internacionales, lo que implica tiempos de entrega más largos. Este paquete podría ser una de las últimas medidas significativas de apoyo militar directo por parte de Estados Unidos antes de la asunción de Donald Trump el próximo 20 de enero, quien ha cuestionado la ayuda a Kiev y prometido poner fin al conflicto en un plazo de 24 horas tras asumir la presidencia.
Aproximadamente la mitad de esta cifra corresponde a la USAI, mientras que el resto provino de la autoridad presidencial para retirarla de existencias militares existentes, cuyo saldo disponible asciende a 5.600 millones de dólares.
Contratistas de defensa y un futuro incierto
El programa USAI no solo ha beneficiado a Ucrania, sino que también ha sido clave para la industria de defensa estadounidense, asegurando nuevos contratos y pedidos. Un ejemplo destacado es el sistema antidrones VAMPIRE, fabricado por L3Harris Technologies, que obtuvo su primer pedido financiado por la USAI en 2022 y entregó las primeras unidades en tan solo 12 meses.
Aunque la OTAN ya ha comenzado a asumir un rol central en la coordinación de la ayuda militar, el retiro de Estados Unidos como principal proveedor de apoyo plantea interrogantes sobre la capacidad de Ucrania para sostener su defensa frente a las fuerzas rusas. La revelación de este paquete final será un punto clave para evaluar el compromiso futuro de Estados Unidos con Ucrania en un escenario político cambiante.
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Fuente: Reuters